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Coches autónomos, las próximas víctimas de los cibercriminales
Daniel Martínez Liébanas – 18 de septiembre de 2018 | 09:25
Después de un verano marcado por el conflicto en el sector del transporte en España entre las VTC y el taxi, algunos expertos han señalado que la principal amenaza a la que ambos se enfrentan son los coches autónomos.
Actualmente ya circulan coches autónomos en ciudades como Las Vegas, donde el conductor ha pasado a ser un mero instrumento de vigilancia frente a situaciones extremas, mientras que la Inteligencia Artificial del ordenador con ruedas se encarga de todo el viaje. Gigantes tecnológicos como Uber, Google o Tesla ya se han interesado en los coches autónomos y compañías fabricantes como Volvo, Mercedes, Audi o Ford ya están diseñando y probando sus modelos.
Nos prometen mayor seguridad por una bajada drástica de accidente automovilísticos, confort, libertad durante el viaje e incluso acabar con la necesidad de los taxis y VTC que utilizamos actualmente en nuestros transportes en la ciudad. Pero, ¿qué pasa si convertirmos nuestros coches en ordenadores? ¿A qué amenazas nos enfrentaríamos?
Los peligros informáticos
La empresa Blackberry ha sido la primera en alertar sobre la potencial peligrosidad de estas nuevas máquinas. John Chen, presidente ejecutivo de la compañía, advirtió de la posibilidad de que pudiesen ser pirateados y utilizados como armas cargadas en caso de caer en manos de terroristas y criminales con conocimientos informáticos. Según este experto, un coche autónomo tiene más lineas de carga que un avión de combate, y su alcance, muy alto. Desde accidentes inducidos a secuestros programados son algunos de los posibles objetivos de los ataques.
Aunque se crease un coche seguro frente a los virus y ataques en el momento de su lanzamiento, esas condiciones de seguridad informática deberían ser revisadas de manera periódica.
Uno de los fabricantes que está interesado en la protección de los futuros coches autónomos es Symantec, pero son otros fabricantes los que también están desarrollando métodos de seguridad adicional.
Principales riesgos
- Ransomware: bloqueando el automóvil y todos sus dispositivos hasta pagar un rescate.
- Dominio del vehículo a distancia: la conexión del coche a redes Wi-Fi podría propiciar que el hacker la intercepte y manejarlo de forma remota para estrellarlo, llevarlo a algún lugar o cometer actos temerarios contra peatones u otros vehículos.
- Clonación de automóviles: instalando identificaciones falsas en vehículos robados y vendiéndolos posteriormente.
- Robo de datos personales: accediento al sistema del automóvil sería posible robar información bancaria, redes sociales o emails que el usuario hubiese compartido con el sistema del vehículo.
- Dispositivos externos peligrosos: como USB maliciosos que pudiesen conectarse en el coche, al igual que hoy en día pueden serlo para un ordenador normal.
- Ataques DDOS: contra sistemas obsoletos o desactualizados.
¿Qué soluciones existen?
Actualmente, expertos como Andry Rakotonirainy, investigador del Centro de Investigación de Accidentes y Seguridad en Carreteras de la Universidad Tecnológica de Queensland, afirman que la seguridad en los coches autónomos es actualmente similar a la de los ordenadores de sobremesa en los 80.
Autenticación, confidencialidad e integridad están en pañales en los ordenadores con ruedas, a pesar de ser requisitos básicos, por lo que la solución pasa por mayor investigación y control desde los fabricantes y por retrasar la salida al mercado de estos vehículos hasta solucionar sus peligros.
A pesar de ello, Gartner ya avisa de que la tecnología podría estar generalizada para particulares en menos de 10 años, por lo que la cuenta atrás es cada vez más corta.
Coches autónomos: las próximas víctimas de los cibercriminales
Daniel Martínez Liébanas – 18 de septiembre de 2018 | 09:25
Después de un verano marcado por el conflicto en el sector del transporte en España entre las VTC y el taxi, algunos expertos han señalado que la principal amenaza a la que ambos se enfrentan son los coches autónomos.
Actualmente ya circulan coches autónomos en ciudades como Las Vegas, donde el conductor ha pasado a ser un mero instrumento de vigilancia frente a situaciones extremas, mientras que la Inteligencia Artificial del ordenador con ruedas se encarga de todo el viaje. Gigantes tecnológicos como Uber, Google o Tesla ya se han interesado en los coches autónomos y compañías fabricantes como Volvo, Mercedes, Audi o Ford ya están diseñando y probando sus modelos.
Nos prometen mayor seguridad por una bajada drástica de accidente automovilísticos, confort, libertad durante el viaje e incluso acabar con la necesidad de los taxis y VTC que utilizamos actualmente en nuestros transportes en la ciudad. Pero, ¿qué pasa si convertirmos nuestros coches en ordenadores? ¿A qué amenazas nos enfrentaríamos?
Los peligros informáticos
La empresa Blackberry ha sido la primera en alertar sobre la potencial peligrosidad de estas nuevas máquinas. John Chen, presidente ejecutivo de la compañía, advirtió de la posibilidad de que pudiesen ser pirateados y utilizados como armas cargadas en caso de caer en manos de terroristas y criminales con conocimientos informáticos. Según este experto, un coche autónomo tiene más lineas de carga que un avión de combate, y su alcance, muy alto. Desde accidentes inducidos a secuestros programados son algunos de los posibles objetivos de los ataques.
Aunque se crease un coche seguro frente a los virus y ataques en el momento de su lanzamiento, esas condiciones de seguridad informática deberían ser revisadas de manera periódica.
Uno de los fabricantes que está interesado en la protección de los futuros coches autónomos es Symantec, pero son otros fabricantes los que también están desarrollando métodos de seguridad adicional.
Principales riesgos
Ransomware: bloqueando el automóvil y todos sus dispositivos hasta pagar un rescate.
Dominio del vehículo a distancia: la conexión del coche a redes Wi-Fi podría propiciar que el hacker la intercepte y manejarlo de forma remota para estrellarlo, llevarlo a algún lugar o cometer actos temerarios contra peatones u otros vehículos.
Clonación de automóviles: instalando identificaciones falsas en vehículos robados y vendiéndolos posteriormente.
Robo de datos personales: accediento al sistema del automóvil sería posible robar información bancaria, redes sociales o emails que el usuario hubiese compartido con el sistema del vehículo.
Dispositivos externos peligrosos: como USB maliciosos que pudiesen conectarse en el coche, al igual que hoy en día pueden serlo para un ordenador normal.
Ataques DDOS: contra sistemas obsoletos o desactualizados.